Los discos duros de estado sólido

  Mucho tiempo ha pasado desde la creación de las primeras unidades de memoria flash, el tradicional dispositivo que se conecta al ordenador a través de los puertos USB, y que de tanta utilidad son para guardar archivos y llevarlos de un equipo a otro, en un espacio reducido y con un rendimeinto verdaderamente destacable.
 
serman, laboratorio de recuperación de datos en españa

 

Mucho tiempo ha pasado desde la creación de las primeras unidades de memoria flash, el tradicional dispositivo que se conecta al ordenador a través de los puertos USB, y que de tanta utilidad son para guardar archivos y llevarlos de un equipo a otro, en un espacio reducido y con un rendimeinto verdaderamente destacable.

Los mismos principios pueden aplicarse a los discos duros de estado sólido. La tecnología es la misma, sólo que con la forma de discos duros internos, responsables del almacenamiento de datos en los nuevos equipos portátiles. Además, el hecho de usar conectividad SATA desahoga el rendimiento superando con creces a cualquier dispositivo conectado por USB.

Los discos duros de estado sólido ofrecen una serie de interesantes ventajas con respecto a los discos duros con platos tradicionales. Son mucho más rápidos, pues no dependen del factor de velocidad del giro de los platos para el almacenamiento de la información. El acceso a la información suele ser hasta 10 veces más rápido que en los discos duros tradicionales, lo cual marca una diferencia notable que redunda en equipos más rápidos y eficientes. Además, no sólo ocupan menor tamaño y tienen menor peso que los discos duros tradicionales sino que funcionan sin ruidos (ya que no tienen componentes mecánicos móviles), y tienen una proporción de fallos muchísimo menor que la de los discos duros tradicionales. Se estima que un disco duro estado sólido puede funcionar más de 2 millones de horas sin registrar fallos en la lectura o almacenamiento de información. Sin embargo no están a salvo de cualquier daño electrónico y, a día de hoy, el coste de recuperación de datos en caso de fallo es mucho más elevado.

Otra ventaja incomparable de los discos duros de estado sólido es que no pierden velocidad a medida que se van llenando, a diferencia de los discos duros tradicionales, que se pueden tornar verdaderamente lentos en el acceso a la información cuando su capacidad de almacenamiento ha superado las tres cuartas partes, especialmente en unidades de varios gigabytes.

Además, los discos duros de estado sólido son ecológicamente más eficientes que los discos duros tradicionales, pues consumen menor energía y emanan menor cantidad de calor que no sólo es energía desperdiciada sino que contribuye al recalentamiento del equipo.

 

Fuente imagen Flickr

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