
Web3 es un término utilizado para describir la próxima iteración de Internet, basada en la tecnología blockchain y controlada comunitariamente por sus usuarios.
¿A la tercera va la vencida?
Todo el mundo sabe que el Internet siempre está creciendo y cambiando. Pero no son sólo los sitios web y las plataformas los que entran y luego desaparecen; el propio código sobre el que se construye Internet está en constante cambio. En los últimos años, algunos futurólogos de la tecnología han empezado a señalar a la “Web3”, término acuñado por el informático Gavin Wood, como una señal de lo que está por venir.
Web3 es la idea de una nueva Internet descentralizada basada en la “Blockchain”, si has escuchado sobre criptomonedas últimamente el término debe de sonarte. Debido a la naturaleza colectiva de las cadenas de bloques, si la Web3 llega plenamente (algunos de sus elementos ya están en marcha) señalará, en teoría, una nueva era de Internet, en la que el uso y el acceso estarán controlados por redes gestionadas por la comunidad, en lugar del actual modelo centralizado en el que un puñado de empresas preside la Web2.
El impulso en torno a los elementos de la Web3 ha aumentado significativamente desde 2018, en áreas como la inversión en acciones, las búsquedas en línea, la presentación de patentes, las publicaciones científicas, las ofertas de empleo y los informes de prensa. El sector de los servicios financieros ha estado a la vanguardia de las tecnologías y activos emergentes de la Web3: en un momento dado, el volumen diario de transacciones procesadas en las denominadas bolsas de finanzas descentralizadas superó los 10.000 millones de dólares. Sin embargo, los avances se han producido a trompicones.
¿Qué son Web1 y Web2?
En primer lugar, si va a haber una Web3, debes entender qué son la Web1 y la Web2. La Web1 fue el primer borrador de Internet, el que proliferó en los años 90 y principios de los 2000. Gran parte de la Web1 se construyó utilizando “protocolos abiertos”, que son formas de intercambiar información que puede utilizar cualquiera, en lugar de una sola entidad u organización.
La Web2 surgió a mediados de la década de 2000, cuando una nueva generación de empresas de Internet (como Facebook, Twitter (ahora X) y Wikipedia) permitió a los usuarios crear sus propios contenidos. Pero estas “plataformas de software social emergente” de uso gratuito tenían un coste del que muchos usuarios no eran conscientes. Estas empresas monetizaban la actividad y los datos de los usuarios vendiéndolos a los anunciantes, al tiempo que conservaban el control sobre las decisiones propietarias acerca de la funcionalidad y la gobernanza.
¿Qué tecnologías soportan la Web3?
La Web3 describe cómo podría ser Internet construida sobre nuevos tipos de tecnología. He aquí las tres principales:
- Blockchain: Una cadena de bloques es un libro de contabilidad digitalmente distribuido y descentralizado que existe en una red informática y facilita el registro de las transacciones. Cuando se añaden nuevos datos a una red, se crea un nuevo bloque y se añade permanentemente a la cadena. Todos los nodos de la cadena de bloques se actualizan para reflejar el cambio. Esto significa que el sistema no está sujeto a un único punto de control o fallo.
- Contratos inteligentes: Son programas de software que se ejecutan automáticamente cuando se cumplen determinadas condiciones, como los términos acordados por un comprador y un vendedor. Los contratos inteligentes se establecen en código en una blockchain que no puede alterarse.
- Activos digitales y tokens. Son elementos de valor que sólo existen digitalmente. Pueden incluir criptomonedas, stablecoins, monedas digitales de bancos centrales (CBDC) y NFT (fichas no fungibles). También pueden incluir versiones tokenizadas de activos, incluyendo cosas reales como arte o entradas para conciertos o eventos deportivos.

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