Sí, los gestores de contraseñas son seguros, y eso es un hecho con el que están de acuerdo la gran mayoría de especialistas en ciberseguridad. Al fin y al cabo, un gestor de contraseñas utiliza un cifrado avanzado para proteger tus credenciales, mientras que sin él, tus contraseñas son accesibles para cualquiera.
Aunque los medios de comunicación descubren continuamente las vulnerabilidades de los gestores de contraseñas, hay proveedores que no se han visto implicados en ninguna brecha de seguridad. Gracias al desarrollo continuo y a las prácticas de seguridad avanzadas, los gestores de contraseñas reputados pueden garantizar una protección sólida. Además, los usuarios pueden probar los mejores gestores de contraseñas sin ningún riesgo ni compromiso, aprovechando las pruebas gratuitas.
Así que, en este artículo, abordaremos todas las preguntas importantes. ¿Cómo protegen tus contraseñas los gestores de contraseñas? ¿Cuáles son los riesgos de utilizar un gestor de contraseñas? Y, por último, ¿deberías utilizar uno? Sigue leyendo para saber más.
¿Cómo te protegen los gestores de contraseñas?
Los gestores de contraseñas protegen tus contraseñas de varias formas, empezando por un proceso de encriptación seguro que utiliza un cifrado específico para proteger la transferencia de datos en línea. AES 256 bits es el estándar militar, mientras que XChaCha20 es ampliamente utilizado por empresas conocidas, como Google. Ambos garantizan que descifrar sus contraseñas llevaría más de una vida.
La arquitectura utilizada por los principales gestores cifra las contraseñas antes de que salgan de tu dispositivo. Cuando están en un servidor, ni siquiera el proveedor tiene forma de descifrarlas. Algunos gestores de contraseñas te recordarán que las cambies regularmente y evaluarán su seguridad. Otros escanearán la web oscura para comprobar si alguno de tus inicios de sesión ha aparecido en Internet.
La única contraseña que tendrás que recordar en tu gestor de contraseñas es la contraseña maestra: mientras sea segura, nadie podrá acceder a ella. Si eliges una contraseña memorable, pero completamente única, y la combinas con la autenticación de dos factores (2FA), deberías estar a salvo. Es incluso mejor si eliges una opción más compleja que utilice múltiples formas de autenticar un inicio de sesión, lo que se conoce como autenticación multifactor (AMF). Utilizar la autenticación biométrica, como la huella dactilar o el escáner facial, también es una buena idea.
¿Cuáles son los riesgos de utilizar un gestor de contraseñas?
No hay forma de estar seguro al 100% en Internet. Aunque utilices un gestor de contraseñas fiable, existen ciertos riesgos que debes conocer:
- Todos los datos sensibles en un solo lugar. Seguro que has oído hablar de poner todos los huevos en la misma cesta. Eso es exactamente lo que harás con un gestor de contraseñas. Es probable que esa cesta incluya también datos de tarjetas de crédito y notas seguras. En caso de infracción, bloquear todas las opciones de pago y cambiar las contraseñas de todas las cuentas podría tomar el tiempo suficiente como para que el atacante hiciera daños.
- No todos los dispositivos son suficientemente seguros. Los piratas informáticos se aprovechan de la misma vulnerabilidad para conseguir todos tus inicios de sesión en un solo ataque. Los gestores de contraseñas pueden ser pirateados si tu dispositivo está infectado con malware. En este caso, teclear la contraseña maestra hará que se registre, y los ciberdelincuentes obtendrán acceso completo a los datos almacenados. Por eso, los usuarios de gestores de contraseñas deben invertir en un antivirus de confianza que proteja primero todos sus dispositivos y reduzca los riesgos.
- No utilizar la autenticación biométrica. La autenticación biométrica es una forma estupenda de añadir otro nivel de seguridad. Si configuras tu gestor de contraseñas para que solicite una huella dactilar o un escaneo facial, las posibilidades de que alguien piratee tu gestor se vuelven escasas. Además, te resultará mucho más fácil tocar el escáner de huellas dactilares que introducir una contraseña maestra.
Como puedes ver, algunos de los riesgos proceden de los propios gestores de contraseñas, pero otros existen únicamente por el comportamiento de los usuarios. Si no contamos estos últimos, podemos ver que no hay tantos riesgos al utilizar un gestor de contraseñas, especialmente uno de buena reputación.
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