Si hay una regla en los ordenadores personales, es que el hardware actual está destinado a quedarse ridículamente anticuado en poco tiempo. Dentro de nada, es probable que necesites actualizar la memoria RAM, la tarjeta gráfica y casi todos los demás componentes. Llegado un punto, es mejor que lo actualices todo y que vuelvas a empezar el ciclo. Pero en vez de tirar los viejos componentes, siempre puedes considerar reciclar tus discos duros antiguos.

Dependiendo del uso que le des a tu ordenador, una de las primeras cosas que podrías necesitar actualizar es el disco duro. Lo que hace unos años parecía una fuente inagotable de espacio de almacenamiento puede llenarse rápidamente si guardas archivos grandes. Con la cascada aparentemente infinita de contenidos disponibles en línea, eso es un resultado más probable que nunca.

Así que coges un nuevo disco duro y lo metes en tu ordenador y ahora te quedas con el viejo sentado en tu escritorio. Ha cumplido su función y ahora está destinado a un cajón o al vertedero, pero no tiene por qué ser así. Con un poco de creatividad, puedes dar a tu viejo disco duro una segunda vida con un propósito renovado. 

Reciclar tus discos duros antiguos en una unidad portátil

Ten en cuenta que cada disco duro tiene una vida útil limitada y que, dependiendo de su antigüedad, puede estar funcionando con tiempo prestado. Tenlo presente a la hora de reutilizar tu viejo disco duro en su capacidad inicial.

Convertir el disco duro de tu ordenador o laptop en una unidad portátil es una tarea relativamente sencilla. Cuando está dentro de tu ordenador, tu disco depende de la carcasa de la torre para mantenerse a salvo. Un disco duro desmontado es como una tortuga sin caparazón. Hacerlo portátil implica en gran medida dar a tu disco duro un nuevo caparazón.

Lo primero que debes hacer es averiguar el tamaño del disco. Suelen ser de 2,5 o 3,5 pulgadas. A continuación, retira cualquier elemento periférico, como soportes y tornillos, y luego simplemente deslízalo dentro de su nueva carcasa. Puedes encontrar carcasas de discos duros en Internet por un precio relativamente bajo, o si quieres divertirte un poco, puedes meter el disco duro en una vieja Game Boy u otra carcasa electrónica que tengas a mano.

Siempre que no necesite un formateo adicional -y si ya funcionaba en tu antiguo ordenador, es probable que no lo necesite-, entonces estarás listo para operar de nuevo.

Haz un servidor de almacenamiento conectado a la red

Utilizar tu viejo disco duro como unidad portátil, como se ha descrito anteriormente, le da ciertamente una nueva vida, pero requiere que lo lleves de un lado a otro y lo conectes manualmente a cualquier máquina que necesite acceder a sus preciados archivos. Convertir tu nuevo disco portátil en un servidor de almacenamiento conectado a la red (NAS) hará que esos archivos sean accesibles de forma inalámbrica a cualquier máquina de tu red.

Para empezar, vas a necesitar un par de componentes adicionales, como un router y un adaptador NAS. Es probable que ya tengas el primero, pero puede que tengas que comprar el adaptador. Con esos tres equipos en la mano, el proceso de configuración es moderadamente sencillo.

En primer lugar, enchufarás el adaptador NAS y conectarás el disco duro a su puerto USB. A continuación, conectarás el adaptador al router mediante un cable ethernet. El resto del proceso tiene lugar en tu ordenador. Una vez que tu configuración esté conectada al router, éste debería detectar automáticamente la dirección IP y permitirte configurar las credenciales de acceso y contraseña, así como crear perfiles de usuario.

Cualquier archivo almacenado en el antiguo disco duro será accesible para cualquier ordenador de tu red desde una unidad de red compartida, siempre que el usuario tenga las credenciales de acceso adecuadas. No tendrás que volver a llevar el disco de una habitación a otra.