La informática forense es una rama de la ingeniería que se dedica a las investigaciones una vez que se ha producido un crimen o un delito. Por ejemplo, puede suceder que por medio de una orden judicial se instruya a un grupo de peritos en informática forense para analizar el equipamiento informático en alguna escena del crimen.
Actualmente, los peritos informáticos están en alza de demanda, debido a la escalada en cuanto a crímenes de fraudes informáticos, la sustitución de la identidad, el robo de datos de tarjetas de crédito, las intrusiones no autorizadas a sistemas privados, poniendo en riesgo los datos personales de los usuarios. Para tener una idea de esta realidad, solamente en 2013 se hicieron más de 9000 denuncias por estafas en Internet.
Una de las prácticas más habituales de los peritos informáticos forenses consiste en la recuperación de datos de discos duros que han sido borrados o formateados, con el objetivo de ocultar la información comprometedora. La tarea es mucho más sencilla cuando se ha hecho un formateo rápido. Esta opción sólo borra la tabla que indiza los archivos, quedando estos prácticamente íntegros en la superficie de los platos. La cuestión clave en estos casos no son el número de formateos que se hayan hecho al disco duro, sino si se ha seguido usando. Solamente la reescritura de nueva información sobre los archivos existentes garantiza la eliminación completa y definitiva de esos archivos.
El borrado seguro sólo es posible con el uso de herramientas especiales, y lo que hace es marcar con un carácter distinto cada sector, lo que hace que la recuperación de datos sea imposible.
Otro aspecto del que se encargan los peritos forenses es detectar la historia de cambios en los discos duros. Cuando se ha procedido a un borrado selectivo de archivos puede indicar la presencia de un delito. Es necesario mencionar que a medida que pasa el tiempo, y si el disco duro sigue en uso, disminuyen las posibilidades de recuperar la información buscada.
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