No todos tenemos las mismas prioridades, a la hora de comprar un dispositivo de almacenamiento externo pasa lo mismo, según el uso que debamos darle debemos tener en cuenta determinadas características que no deben faltar en la unidad que adquiramos.
Si no estamos muy inmersos en el mundo tecnológico y simplemente “necesitamos más espacio”, tal vez debamos investigar un poco más, para no caer en el error fatal de “Capacidad vs funcionalidad”.
Como ya sabemos, no hay una opción mejor y, mucho menos, una peor, solo hay opciones que se adecuan a nuestras necesidades. Para nuestro beneficio, el mercado ofrece una amplia gama de posibilidades que nos permiten optar por un dispositivo de almacenamiento que nos sea tan funcional como eficaz a la hora de almacenar nuestros datos y archivos. Para saber reconocer cuál es la unidad de almacenamiento que necesitamos es conveniente tener en cuenta las distintas opciones que el mercado ofrece y sus características.
Comencemos por las tarjetas microSD que se imponen entre las demás opciones por dos ventajas principales: son compatibles con casi todos los procesadores de información y son cómodas debido a su tamaño (lo que también nos lleva a su gran desventaja: son fáciles de perder y a la vez, lo bastante frágiles como para no poder ser muy maltratadas en el transporte, por no detacar la diicultad de recuperar los datos en estos dispositivos).
Seguiremos por los pendrive, esta es una opción que ofrece funcionalidad y eficacia en cuanto al almacenamiento y el traslado de los datos, también podemos observar que cualquier ordenador hoy en día dispone de un puerto USB, por lo que se vuelve notablemente adaptable. Hasta el momento el mercado ofrece estas unidades con una capacidad de hasta 64GB, sí, para un particular quizás es suficiente pero no será agradable hacer una copia de seguridad en la oficina y encontrarnos con la horrible noticia de que el dispositivo no posee más capacidad, en este caso debemos utilizar otra opción o, en su defecto, utilizar más de un pendrive para un mismo fin, lo que le quitará un poco de funcionalidad al dispositivo de almacenamiento. Los pendrive son presentados en distintos tamaños y formas.
Les siguen los discos duros externos, una opción un poco más grande, tanto en capacidad como en tamaño físico. Por lo general los usuarios optan por adquirir un disco externo de 1 TB o más, ya que un disco de 500GB no presenta una diferencia notoria en cuanto a su precio en el mercado, éste ofrece varias opciones en cuanto a discos externos y una capacidad de hasta 4TB. Los discos externos presentan algunas características que es conveniente saber antes de adquirir uno, repasaremos algunas de ellas para asegurarnos de escoger con inteligencia una de estas unidades. La capacidad es un factor fundamental a la hora de adquirir un disco duro externo, ésta estará directamente relacionada con la utilidad que le daremos, claro que si nos decidimos por un disco duro externo necesitamos almacenar grandes cantidades de datos, bueno, como hemos dicho, éstos existen con una capacidad de hasta 4TB, y el precio varía según la misma, pero no proporcionalmente. También deberás prestar atención a la conectividad que este posea ya que en estos momentos varía entre USB 2.0 y USB 3.0, la diferencia entre uno y otro es la velocidad en la que leen, escriben y transfieren los datos. Por último, y no por esto menos importante, es esencial que el disco duro externo sea compatible con el sistema operativo de nuestro ordenador. Lo demás, como si tiene una salida de HDMI y otras “sorpresas” son sólo aditivos, lo más importante es tener en cuenta las características principales que hemos mencionado anteriormente.
Como ya hemos dicho, ninguno de estos dispositivos son mejores o peores, algunos son más funcionales y eficaces, pero, respecto a las necesidades de cada usuario, lo importante es recordar la utilidad que le daremos a la unidad que decidamos escoger y para esto es de suma importancia recordar que, en la mayoría de los casos se utilizan como un respaldo de la información que almacenamos en el ordenador, un factor fundamental para evitar las consecuencias de posibles pérdidas de datos.
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