
Científicos del Instituto de Microelectrónica de Madrid (CSIC) han desarrollado una nueva técnica para el análisis de discos duros basado en una variedad de la microscopia de fuerza atómica: la microscopia de fuerza magnética. Con esta nueva técnica es posible aumentar en un 15% la resolución, lo que permite visualizar bits que antes no era posible ver.
Hasta el momento sólo era posible visualizar áreas de unos 40 nanómetros, lo que equivaldría al tamaño de 1 bit en un disco duro estándar. Pero, al aumentarse la densidad de los soportes de información, se hizo necesario desarrollar una técnica que permitiera cubrir áreas menores con mayor resolución. De esta manera los bits magnéticos, es decir las unidades físicas que almacenan la información, se hacen cada vez más pequeñas, e invisibles a las técnicas tradicionales.
Cabe destacar que 1 bit es una unidad lógica capaz de adquirir dos valores: cero o uno. Los materiales que constituyen los soportes tradicionales de los platos de los discos duros, necesitan de un mayor espacio para alojar 1 bit. Los nuevos materiales como los nanocristales ferromagnéticos requieren de una superficie física mucho menor, pues sus estructuras dimensionales son del orden de millonésimas de metro. En este tipo de material los bits de información son regiones con una imanación orientada en una misma dirección, pero con uno u otro sentido dependiendo si su valor es cero o uno.
Hasta ahora la microscopia de fuerza atómica realizaba un barrido que permitía aumentar 1000 veces el límite de cualquier lente óptica. Pero la microscopia de fuerza magnética apunta a realizar un muestreo magnético de la superficie, lo que mejora notablemente la definición para este tipo de nanoestructuras. El cambio ha radicado en la forma en que se emplea la micro palanca que hace el barrido electrónico de la superficie. Fuente imagen.

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