El “almacenamiento conectado a la red”, o como se lo conoce popularmente por sus siglas: NAS, es una excelente manera de almacenar grandes cantidades de datos al tiempo que lo hace accesible desde cualquier lugar.

En esencia es un mini-servidor que se encuentra en su escritorio. Puede conectarlo directamente a su computadora a través de un cable USB, pero eso sería desperdiciar su principal característica: Su conexión a la red. Un NAS crea una pequeña red propia a la que se puede acceder desde cualquier dispositivo con las credenciales correctas (nombre de usuario y contraseña). Es un paso adelante, dejando atrás a los discos duros, y dándolo hacia la creación de su propio almacenamiento en la nube personal.

NAS vs La Nube

Si tiene un NAS configurado, puede almacenar datos en él y luego acceder a él desde cualquier otro dispositivo que posea, al igual que con un proveedor de almacenamiento en la nube. Para aquellos que se preguntan si realmente vale la pena prescindir de los sencillos $5 por mes que le da un proveedor en la nube para en su lugar comprar una caja de $ 300, tiene que saber que los principales beneficios son la velocidad y la falta de un tercero.

El NAS es más rápido que un servidor de nube remoto: mientras que las velocidades de descarga y subida a un servidor remoto pueden depender de una serie de factores, desde la conexión a Internet hasta el firmware del servidor, etc. La velocidad de la red del NAS es fija y mucho más rápida. Y si incluso, por alguna razón considera que su red no es lo suficientemente rápida, sólo necesita conectar su computadora directamente usando el cable USB y transfiriendo datos a la velocidad de lectura / escritura de su disco duro.

El otro beneficio principal es que usted está hospedando los archivos usted mismo, sin que un tercero intervenga. Sólo usted tiene las llaves de sus datos y nunca necesita preocuparse por órdenes gubernamentales o intrusión corporativa. La privacidad se garantiza cuando se utiliza un NAS, siempre y cuando mantenga sus protocolos de seguridad.

Para las oficinas

Como se puede imaginar, son perfectos para cualquier persona que maneje grandes cantidades de datos: aficionados de las artes visuales y musicales, empresarios, incluso las pequeñas y medianas empresas pueden beneficiarse de tener un NAS en la oficina. Todos los que trabajan con usted pueden acceder al NAS y dejar archivos o recogerlos y, con el software adecuado, incluso editar y manipular archivos simultáneamente.

El aspecto de colaboración de tener un NAS dentro de su organización lo hace muy atractivo, de hecho, si el NAS está conectado a una LAN va a encontrar que su oficina sufrirá una optimización sin igual. Sin el retraso asociado con los software de colaboración en la nube, puede ver los frutos de su trabajo más rápido que nunca. Invertir en un NAS robusto debería significar que verá la productividad dispararse.

Conclusión

Los NAS son máquinas maravillosas y muy adaptables, perfectas para cualquiera que quiera o necesite almacenar grandes cantidades de datos, pero también quiere poder acceder a ellos desde cualquier lugar. Las organizaciones pequeñas y medianas, así como las personas que están a menudo moviendo información mientras trabajan, les encantará la flexibilidad y la velocidad que ofrecen.