
Las soluciones de almacenamiento en la nube se han vuelto tan populares como los dispositivos de almacenamiento externos; algunos incluso pueden argumentar que los están superando lentamente. El principal punto fuerte de la nube es que aplicaciones como Google Drive son rápidas, fáciles y accesibles desde casi cualquier dispositivo digital con conexión a Internet. Mientras tanto, las unidades flash deben transportarse y solo se puede acceder a ellas si están conectadas a un dispositivo compatible; y no olvidemos que estas se pueden extraviar o perder.
Y aunque las ventajas de la nube son muchas, no podemos olvidarnos de la seguridad de los datos almacenados en ella. Entonces vamos a echar un vistazo a los pasos que puedes seguir para almacenar tus datos de manera más segura en tu servicio de almacenamiento en la nube: Google Drive.
Asegura tu cuenta de Google Drive
La mayoría de los cibernautas protegen sus identidades y cuentas digitales utilizando solo una medida de seguridad: una contraseña. Sin embargo, este no es un método infalible, especialmente si consideras las decisiones cuestionables que las personas toman al crear sus contraseñas: 12345, 123456 y 12356789 fueron las 3 contraseñas más populares de 2019 y, como puedes imaginar, no son difíciles. Otro mal hábito que tiene la gente es reciclar contraseñas, lo que significa que si dicha contraseña es descubierta, los ciberdelincuentes pueden explotarla fácilmente en un ataque de relleno de credenciales.
Ahí es donde entra en juego la autenticación de dos factores (2FA). Es una de las formas más fáciles de agregar una capa adicional de seguridad, no solo a tu almacenamiento en la nube, sino también a otras cuentas. Para ilustrar, hay tres factores de autenticación arquetípicos, comúnmente conocidos como factor de conocimiento, factor de posesión y factor de existencia.
El primero es algo que conoces, como una contraseña o un código PIN, mientras que el segundo es algo que tienes, como una clave física, tu teléfono o un token de seguridad; el último, aunque más complejo, es algo que eres, como una huella digital o un escaneo de retina. 2FA luego requiere que uses dos de estos factores para iniciar sesión, generalmente una contraseña y uno de los otros que hemos mencionado. Entonces, incluso si los ciberdelincuentes tienen tu contraseña e intentan acceder a tu cuenta, les faltará una pieza clave del rompecabezas.
Aplicaciones de terceros
Los complementos de terceros son populares para ayudar a las personas a optimizar las tareas en las que están trabajando, u organizar el trabajo en partes difíciles. Y, a pesar de que es entendible querer “trabajar de manera más inteligente y sencilla”, nunca hay que olvidarse de trabajar de manera segura también.
El Marketplace de Google Suite ofrece una gran cantidad de complementos diseñados para ayudar a los usuarios a aumentar su productividad. Sin embargo, dado que estos son ofrecidos por desarrolladores externos, las personas deben tener cuidado y evaluar cada aplicación que desean instalar. El primer paso, en extremo sencillo y vital, es leer las reseñas y calificaciones del complemento que están considerando instalar.
El siguiente paso, aunque rara vez se realiza, debería ser leer las políticas de privacidad, los términos de servicio y la política de eliminación del proveedor. También vale la pena considerar comunicarse directamente con el proveedor para hacer tus preguntas, especialmente porque tendrás prueba de comunicación si algo sale mal.
Cifra tus archivos de Google Drive antes de compartirlos
Si bien poder acceder a tus datos sobre la marcha es una de las mayores ventajas que ofrece el almacenamiento en la nube, también presenta su propio conjunto de desafíos. Aunque los servicios de almacenamiento en la nube han mejorado sus medidas de seguridad a pasos agigantados desde que se han convertido en una opción principal, las infracciones aún pueden ocurrir debido a errores humanos o ciberdelincuentes suficientemente motivados.
Si bien tus datos en varios servicios de Google Suite están encriptados tanto en tránsito como en reposo, puedes subir la apuesta encriptando cualquier archivo en tu extremo antes de subirlos a la nube. Con el cifrado en su lugar, incluso si los delincuentes pueden entrar en tu disco o su contenido se derrama por todas las redes, los datos resultarían inútiles sin la clave de descifrado. Existen innumerables soluciones para elegir según sus preferencias, pero debes centrarte en aquellas que ofrecen al menos cifrado estándar de cifrado avanzado (AES).
Conclusiones
Para muchos de nosotros, una solución de almacenamiento en la nube es una forma fácil y popular de acceder a nuestros datos sobre la marcha. Siempre que se adhiera a las buenas prácticas de ciberseguridad, el almacenamiento en la nube puede ser una buena opción. Dicho esto, debes ser cauteloso acerca de con quién compartes tus datos. Para tener una comprensión adecuada del contenido y la seguridad de tu unidad, también debes realizar revisiones periódicas.

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