Que tu Mac se quede sin almacenamiento puede ser frustrante: no podrás guardar fotos o archivos, tus aplicaciones no se actualizarán e incluso puede hacer que tu dispositivo funcione lentamente. Afortunadamente, hay formas de cambiar esto.

Todos los dispositivos Mac vienen con un almacenamiento específico incorporado. Sin embargo, dependiendo de tus necesidades, puede que te quedes sin espacio y decidas que necesitas más. Hay varias opciones para añadir más almacenamiento: puedes optar por utilizar un dispositivo externo o la nube.

Disco duro externo: una opción cómoda

Puedes utilizar un disco duro externo para añadir más almacenamiento a tu Mac. Se conecta a tu dispositivo con un cable (como un USB) y te permite guardar tus archivos en el dispositivo. Utilizar un disco duro externo es una forma cómoda de almacenar archivos grandes que no utilizas a menudo o de hacer copias de seguridad de archivos valiosos. Son baratos y mucho más pequeños que antes, por lo que no es difícil llevarlos con tu dispositivo. Además, ofrecen diferentes capacidades para que puedas elegir.

Sin embargo, uno de los defectos de los discos duros externos es que son frágiles. Pueden romperse fácilmente, estropearse o funcionar mal si se te caen, por lo que no es recomendable llevarlos constantemente en el bolso. Si tienes un MacBook más reciente, es posible que tengas que comprar un adaptador.

Además, los discos duros externos no funcionan a alta velocidad. Por tanto, si quieres almacenar archivos que no utilizas a menudo, es una gran opción. Sin embargo, si quieres acceder a ellos con frecuencia, quizá debas considerar otra opción.

Actualizar el SSD: la opción más óptima para que tu Mac obtenga almacenamiento adicional

SSD significa dispositivo de almacenamiento de estado sólido que utiliza memoria flash. En comparación con los HDD (discos duros), un SSD es más rápido, silencioso y resistente a los daños, ya que no tiene partes móviles. Apple ha utilizado discos de estado sólido en todos los modelos nuevos. Si tienes un modelo más antiguo que no tiene SSD, puedes añadirlo, actualizando así tu almacenamiento.

Si ya tienes un disco de estado sólido, puedes optar por comprar uno nuevo de mayor capacidad. Otra opción es utilizar el de otro dispositivo.

Si decides añadir almacenamiento adicional a tu Mac actualizando el SSD tú mismo, significa que tendrás que abrir la carcasa de tu dispositivo. Al hacer esto, lo más probable es que anules la garantía, por lo que es importante que tengas esto en cuenta antes de decidirte a actualizarlo.

La forma más sencilla de actualizar tu SSD es comprando un kit de SSD. Contiene instrucciones sobre cómo actualizar el almacenamiento y todas las herramientas necesarias, lo que te facilita el trabajo..

No todos los dispositivos Mac pueden actualizar el SSD. Los modelos más nuevos tienen su memoria soldada a la placa lógica, por lo que es imposible quitarla. Asegúrate de comprobar si tu modelo puede actualizarse antes de comprar nada.

Tarjetas SD

Si tienes un dispositivo Mac antiguo, puedes optar por insertar una tarjeta SD para obtener almacenamiento adicional. Son fáciles de usar (sólo tienes que insertarlas en la ranura para tarjetas), son baratas y vienen en varias capacidades. Si decides comprar una, asegúrate de comprar la que tenga velocidades de escritura y lectura rápidas, ya que esto hará que la transferencia de archivos sea más fácil y rápida.

Como no están dentro de tu dispositivo Mac, las tarjetas SD pueden dañarse fácilmente y tus archivos podrían corromperse, así que asegúrate de guardarlas en un lugar seguro.

Unidades USB para almacenamiento de Mac

Si tu dispositivo Mac tiene conectores USB de tipo A, puedes utilizar unidades USB para el almacenamiento adicional. Son pequeñas, fáciles de usar y baratas. Y como las tarjetas SD, vienen en diferentes capacidades. Por supuesto, no es una opción de almacenamiento de alta velocidad como las SSD, pero es una forma sencilla y barata de almacenar tus archivos.

Al igual que las tarjetas SD, las unidades USB pueden dañarse fácilmente. Si las llevas siempre en el bolso, pueden funcionar mal al cabo de cierto tiempo, y algunos archivos pueden perderse. Asegúrate de guardarlos en un lugar seco y seguro para evitar cualquier daño potencial.