Muchas veces los discos duros fallan por errores humanos: la información se sobre-escribe o se borra accidentalmente, se formatea un disco indebidamente, o se producen errores o interrupciones en el proceso de salvado de la información. Este tipo de daños se llaman lógicos, ya que el disco duro funciona perfectamente pero la información de nuestro interés es inaccesible.

Los borrados accidentales o los resultados indeseados de un formateo no tienen efectos permanentes en la información almacenada, sin embargo la sobre-escritura es irreversible. De hecho, hay una rama de la ciencia de la recuperación de datos de discos duros que se dedica al borrado seguro de información, para evitar en forma definitiva que la información pueda ser recuperada de forma no autorizada. Cuando un disco duro es borrado en parte o en su totalidad los datos lógicos permanece inalterados, ya que el proceso de borrado solamente marca el comienzo de la cadena de clusters que almacenan los archivos. Es decir, cuando borramos información del disco duro lo que el sistema hace es marcar el espacio como disponible, por lo cual si nada se ha sobre-escrito en el mismo está perfectamente al alcance de la mano su recuperación por medio del empleo de herramientas de recuperación de datos adecuadas.

Otro caso de daños lógicos en los discos duros es cuando la tabla de asignación de particiones y el sistema de archivos se encuentra dañado. Para ilustrarlo gráficamente sería como decir que un libro buscado se encuentra perdido en una enorme biblioteca por haber sido mal guardado. En la mayoría de los casos cuando se repara la tabla de particiones o sistema de archivos con el empleo de aplicaciones especiales será posible recuperar los datos que habían quedado inaccesibles. Lo importante es proceder sabiendo muy bien lo que se hace, ya que errores en el proceso de recuperación de datos que en un principio parecía sencillo pueden hacer que la información se vuelva totalmente inaccesible de manera permanente.

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