En 2021 se celebró el 15º aniversario de los servicios en la nube de AWS y de su almacenamiento de objetos en la nube S3. Se considera que la introducción de S3 fue el verdadero comienzo del futuro del almacenamiento de datos en la nube pública. Desde entonces, los nuevos participantes en el mercado han competido con S3 mediante el precio y la velocidad. Para así ganarse a los clientes, impulsando un cambio fundamental en el sector.

A pesar de la complejidad y los precios de Amazon, sus ingresos por almacenamiento rondaron los 15.000 millones de dólares el año pasado. Por lo que actualizar o sustituir la tecnología antigua a esa escala y cambiar los modelos de negocio arraigados no es algo sencillo. En este sentido, los participantes más recientes en el mercado del almacenamiento en la nube tienen la ventaja de empezar con una pizarra tecnológica limpia.

Los tres hiper-escaladores, AWS, Google Cloud Platform y Microsoft Azure, han adoptado un enfoque de “jardín amurallado” para los servicios en la nube. También ofreciendo cientos de servicios en la nube además del almacenamiento. Pero con la aparición de más proveedores en el mercado, ¿qué le depara el futuro al almacenamiento en la nube?

El movimiento de las nubes múltiples

Los clientes son cada vez más cautelosos a la hora de poner todos sus datos en el mismo lugar. Especialmente con respecto a la redundancia de datos, las copias de seguridad y la recuperación de desastres. Hoy en día lo más normal es que las empresas tengan una política establecida de que las copias de seguridad deben mantenerse en sistemas dispares que proporcionaran el mayor aislamiento posible de los datos. Para que un intruso no pudiera insertar un ransomware que cifre y bloquee todas las copias de los datos.

En consecuencia, uno de los mayores éxitos del movimiento “multi-nube” ha sido el almacenamiento de copias de seguridad o segundas copias de datos en plataformas alternativas. Los proveedores de almacenamiento están reconociendo la importancia de estas decisiones. En consecuencia, están diseñando su modelo de precios y de negocio para adaptarse a las nuevas modas.

Los dos atributos más importantes del almacenamiento en la nube son el precio y la velocidad. Los proveedores de almacenamiento en la nube tendrán que centrarse en reducir los costes. También en hacer que el almacenamiento sea más rápido para seguir siendo competitivos, a la vez que estar más cerca de sus clientes. Los proveedores pueden ayudar a reducir los costes y aumentar la agilidad eliminando las grandes tasas de salida, implementando un marco de seguridad de datos y eliminando los niveles de almacenamiento para un acceso rápido y fácil. En los próximos dos años, se cree que también veremos que más almacenamiento en la nube se desplaza hacia el borde de la red para poder estar más cerca de los clientes, independientemente de su ubicación.

¿Cuál es el futuro del almacenamiento en la nube?

También es importante reconocer que un mismo plan de precios no sirve para todas las personas. Muchos nuevos proveedores están adoptando modelos que permiten a sus clientes beneficiarse de importantes descuentos a cambio de comprometerse por adelantado con una cantidad fija de almacenamiento. Un almacenamiento de datos más barato también introduce más oportunidades de innovación. Por ejemplo, una empresa de IA podría descubrir una nueva capacidad que no habría sido posible si no hubiera tenido fácil acceso a todos sus datos.

Por último, estamos viendo que la copia de seguridad se está convirtiendo rápidamente en una de las aplicaciones más críticas. A pesar de que a menudo se considera la más sencilla de las operaciones en la nube. Ya sea de forma accidental o malintencionada, evitar la pérdida catastrófica de datos es cada vez más difícil. Especialmente cuando se trata de defenderse de ataques de ransomware o de mitigar el impacto de los errores humanos.

A medida que más empresas migran sus datos a la nube, el papel de los proveedores será dar a los clientes la sensación de seguridad que supone no apostar sólo por una solución en la nube, y hacerlo mediante la durabilidad, con una disponibilidad que no tenga un coste astronómico.