Ante la eventualidad de un desastre en cuanto a la integridad de la información uno de los factores más importantes para una correcta respuesta ante la necesidad de recuperar datos es la configuración de la copia sincronizada remota de datos. A este respecto, existen dos posibilidades: sincrónica o asincrónica. El inclinarse por una u otra solución determinará la estrategia a seguir.

La replicación remota garantiza la integridad de los datos resguardados, por el hecho de que los mismos se encuentran físicamente separados del sistema principal. Básicamente el procedimiento es muy similar a la replicación de una matriz de raid, aunque se lleva a cabo a través de la WAN (Wide Area Network).

La replicación remota sincrónica permite obtener un tiempo de recuperación casi nulo, lo cual será de gran ayuda en el caso de un desastre. Asimismo, la pérdida de datos es nula. Esto es así porque la replicación sincrónica remota se configura de manera tal que las operaciones de escritura de datos en el sistema no se completan ni se reconocen hasta que no se realiza la copia en la ubicación remota. Esto es un punto a favor muy grande para asegurar la integridad de los datos de la copia de seguridad, pero puede llegar a convertirse en un verdadero problema cuando el rendimiento del dispositivo remoto falla, impidiendo que los datos locales se guarden adecuadamente.

La replicación de datos remota asincrónica parece ser una solución para este tipo de situaciones, dado que la escritura de datos en la ubicación remota no está directamente relacionada con el almacenamiento de datos locales, ya que son dos procesos que ocurren de manera independiente. Lo que sí queda claro es que con ambas opciones, la pérdida de datos ante un colapso del sistema de almacenamiento se reduce drásticamente.

Pocos momentos son tan complicados para una empresa como cuando algún soporte de almacenamiento falla, perdiéndose de esa forma gran cantidad de datos. Sin embargo, los datos son solamente una parte del problema, ya que el no poder acceder a las aplicaciones también se convierte en un importante inconveniente, sobre todo cuando esas aplicaciones son fundamentales para el normal desarrollo de los procesos productivos de esta empresa.

El almacenamiento de datos en la nube, en consecuencia, solamente solucionara una parte del problema. No sólo será necesario tener garantizado el acceso a determinados datos cruciales, sino que también ser importante disponer de las aplicaciones para poder procesar estos datos. Además, el almacenamiento de datos en la nube sigue presentando un “flanco débil” que es el tema de la seguridad, es decir como poder garantizar en un ciento por ciento la seguridad, sobre todo si se trata de datos sensibles. Debemos admitir que “la seguridad” (100%) no existe, es una entelequia, existen niveles de seguridad y el objetivo es acercarse al máximo posible.

En consecuencia, son varias las precauciones que pueden tomarse para evitar la posibilidad de perder la información. Una opción es realizar una copia de respaldo de manera periódica, de forma tal que, de perderse datos, sólo se perderían los más recientes, minimizando el daño. Sin embargo, no todas las empresas realizan las copias de back up de forma efectiva, es decir no sólo tomando los datos de la base de datos de aplicaciones sino clonando los discos duros o virtualizando los servidores, de manera tal de tener un disco duro idéntico de repuesto, a fin de reemplazar el disco dañado,  bien, una réplica de un servidor en ejecución. Son pocas las empresas que tienen armado un plan de contingencia en caso de perder datos sensibles. La piedra angular de esta medida no el la realización sino la comprobación. Es destacable que a día de hoy las compañías no realizan, con una frecuencia razonable, simulacros de restauración.

Otra solución es contar con los servicios de un especialista en recuperación de datos, que de forma rápida pueda volver a poner en funcionamiento el sistema, con el mínimo perjuicio económico. La profesionalidad y la rapidez son claves en este tipo de servicios. Pero no hay que olvidar que siempre debe ser el último recurso.

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