Para quien tiene un manejo básico de PC, es relativamente sencillo en el entorno Windows recuperar archivos de un disco duro. Si se han enviado a la papelera de reciclaje, y lo más sencillo, pues simplemente seleccionamos el menú contextual que se despliega al hacer clic con el botón derecho del ratón sobre el icono del archivo “restaurar”, y eso volverá a enviar al archivo borrado a su ubicación original. En consecuencia es necesario tomar otro tipo de precauciones si queremos verdaderamente evitar que los archivos puedan ser recuperados una vez que han sido borrados.
Windows lo que hace en realidad, cuando se borra un archivo, es hacer inaccesible al archivo para el explorador, pero la integridad de la información almacenada en el disco permanece más o menos intacta, de forma tal que, aunque no lo veamos a simple vista el archivo permanece a mano para ser recuperado.
Con el fin de eliminar de forma permanente ficheros y carpetas es imprescindible contar con aplicaciones como DeleteOnClick. Se trató en aplicación de una interfaz muy sencilla e intuitiva que, una vez instalada queda incluida en el menú contextual de los ficheros y carpetas de Windows. Es decir, si pinchamos con el botón derecho del ratón sobre el fichero que queremos eliminar encontraremos la opción de “Securely delete”. Simplemente aceptamos esto y el archivo quedará inaccesible aún para los programas más avanzados para recuperar datos.
Eraser es otra aplicación similar, que tiene hasta siete niveles de seguridad diferentes y que a pesar de ser muy sencilla en su aplicación es bastante compleja los algoritmos que emplea para hacer desaparecer a los archivos no deseados mediante el uso de distintos algoritmos. También ofrece un menú contextual que queda incorporado dentro de las opciones de Windows para los directorios y ficheros.
Recuperar archivos borrados es un proceso que más o menos se ha mantenido inalterado a lo largo de los últimos años. Sin embargo, el tema no deja de ser preocupante. Una de las cuestiones más sensibles para lo que es la seguridad informática es el borrado definitivo de ficheros. Concretamente, Windows a lo largo de sus distintas versiones mantiene el mismo procedimiento para borrar o eliminar archivos no deseados. Pero esto puede convertirse en un problema de seguridad, ya que podría darse el caso que alguien recupere un archivo borrado de forma malintencionada tanto en el ámbito empresarial como doméstico.
Windows elimina los archivos de forma temporaria moviéndolos a la papelera de reciclaje, que no es ni más ni menos que un directorio como los demás, pero con una capacidad limitada que automáticamente irá borrando los archivos a medida de que alcanza la capacidad límite impuesta por el usuario, aunque es sabido que se puede recuperar con un par de clicks (botón derecho del ratón sobre el icono del archivo, seleccionamos “Restaurar” y el archivo vuelve a estar en su lugar original).
Existen aplicaciones que nos permiten recuperar archivos borrados, aun después de que el usuario selecciona “eliminar definitivamente”, procedimiento que supone que el archivo no recaerá en la papelera de reciclaje sino que desaparecerá por completo. Pero esto no deja de ser una ilusión. El fichero sigue estando en el disco y es posible recuperarlo, aún después de haber formateado el disco varias veces gracias a distintas aplicaciones.
Pandora Recovery es un programa cuyo uso es muy sencillo y permite listar todos los archivos borrados, e inclusive permite reparar archivos comprimidos que se hayan dañado. Su uso es gratuito, y sus creadores también han desarrollado una aplicación similar para recuperación de archivos borrados en dispositivos móviles.
Recuva es otra opción, también gratis, de uso similar al Pandora Recovery, y al igual que este no sólo permite recuperar archivos de discos duros sino también dispositivos de memoria flash como tarjetas de memoria de cámaras digitales, reproductores de MP3 o tabletas.
Undelete Plus es otra posibilidad, pero a diferencia de los dos mencionados, tiene una función específica para recuperar imágenes borradas, y también facilita la recuperación de archivo luego de haber formateado el disco duro, aún después de haber reinstalado el sistema operativo.
Sin embargo, este tipo de procedimientos en manos inexpertas puede traer consecuencias nefastas. Ante la duda es preferible dirigirse a una empresa profesional de recuperación de datos que asegure la integridad de la información recuperada.
Los comentarios están cerrados.