Hoy vamos a ver la diferencia entre ellos, y con cuánta capacidad deberías comprar tu disco duro (HDD) o sólido (SSD).

¿SD o HDD?

En primer lugar, la pregunta que todos nos hacemos es, ¿qué es mejor, un SSD o un HDD?

La diferencia entre ambos es notable, pero eso no significa que no sean compatibles. El SSD nos ofrece una velocidad mucho mayor, e instalar allí el sistema operativo, por ejemplo, hará que nuestro ordenador arranque mucho más rápido que en un disco duro normal. Pero además de para transferir archivos y otras operaciones en las que la velocidad es importante, también podemos disponer de un disco duro (HDD) para almacenar muchos datos a un coste menor, ya que el precio de éstos es muy inferior al de los SSD.

Es decir, si podemos permitirnos pagar el coste de tener sólo un SSD, será lo más recomendable, pero en caso contrario, lo más habitual es tener uno para instalar ahí el arranque del sistema, y otro HDD para almacenar datos.

Aunque todo esto depende de tus necesidades y uso. Tampoco es lo mismo un disco duro sólido de 128 GB que uno de 2 TB. Es importante analizar cuánto vas a necesitar para ver cuál compensa más.

¿De qué capacidad comprar tu disco?

Este es el punto importante. A todos nos gustaría disponer de almacenamiento suficiente en todo momento y pagando lo menos posible. Por eso tienes que analizar cuáles van a ser tus usos.

No es lo mismo tener un ordenador para jugar que si sólo lo quieres para ofimática. Mientras que un juego como Call of Duty puede pesar hasta 240 GB, un archivo de Word puede ser de 10 MB, es decir, miles de veces menos. Lo mismo que si vas a editar vídeo o quieres tener películas en tu PC. Cada una puede pesar varios GB.

Por tanto, piensa primero qué uso le vas a dar y luego simplemente investiga un poco cuánto ocupa lo que vas a utilizar.

Cuando se trata de elegir la capacidad adecuada para tu nuevo disco duro o SSD, es esencial considerar tus necesidades de almacenamiento a largo plazo. Si eres un creador de contenido que trabaja con archivos de video de alta resolución o fotos en bruto, es probable que requieras una mayor capacidad de almacenamiento. En este caso, optar por un SSD de mayor tamaño o un HDD de alta capacidad sería una elección acertada.

Por otro lado, si eres un usuario ocasional que utiliza el ordenador principalmente para tareas de navegación web y ofimática, una capacidad más modesta podría ser suficiente.

Si tu presupuesto es limitado, puedes optar por un SSD más pequeño para instalar el sistema operativo y las aplicaciones principales, mientras que utilizas un HDD de mayor capacidad para el almacenamiento de datos menos frecuentes. Esta combinación te permitirá obtener un rendimiento rápido y un amplio espacio de almacenamiento sin gastar demasiado.

En conclusión

Aunque no seas una persona que necesite algo diferente en particular, por menos de 100 euros ya tendríamos los dos discos preparados para todas las funciones y necesidades de nuestro nuevo equipo.

Es importante recordar que la tecnología de almacenamiento está en constante avance, y las capacidades disponibles en el mercado están aumentando constantemente. Antes de realizar tu compra, es recomendable investigar y comparar las opciones disponibles, así como leer las opiniones de otros usuarios. De esta manera, podrás tomar una decisión informada y elegir la capacidad adecuada para tus necesidades individuales.

Ahora que ya conoces la diferencia entre ambos y los precios orientativos, depende de ti elegir lo que mejor se adapte a tu presupuesto y uso.