Cuando adquirimos un disco duro es común que queramos saber cuánto nos va a durar. Suele ser una inversión importante y no nos gusta pensar que su utilidad será breve. Ahora bien, ¿de qué hablamos cuando hablamos de “expectativa de vida” en referencia a un disco duro? Sin duda son muchos los datos que tendremos que tomar en cuenta.
Por lo general, si preguntamos a nuestros amigos y conocidos podremos hacernos con unas cuantas anécdotas al respecto: “El disco duro de marca X no es bueno, sólo me duró un par de años”, “Te conviene comprar el de marca Y. Tengo uno hace 10 años y jamás tuve un problema”, “Mis discos fallan continuamente y eso que cambio siempre de marca”. Las anécdotas pueden ser divertidas, hacernos reflexionar, pero la realidad es que no nos brindan ninguna información concreta y objetiva ni nos guían acerca de qué tipo o marca de disco duro debemos comprar si buscamos calidad y un buen rendimiento.
Dicho esto, el número que nos serviría es aquel que resulte ser la vida media de un disco nuevo. En otras palabras, ¿a qué edad fallan la mitad de los discos duros?
Dos Conceptos Novedosos y Parcialmente Útiles: Tempo Medio Entre Fallos y Tasa de Fallo Anualizada
Sin embargo debemos también considerar otras cuestiones. Veamos cuáles son:
En primer lugar, el tiempo medio entre fallos. Es decir, un término estadístico relacionado con la confiabilidad expresada en términos de operación. Es un dato que reportan los fabricantes de discos duros y por lo general está asociado a los mecanismos de discos duros. El tiempo medio de fallo no nos permite determinar la duración de un disco específico ya que solo ofrece un estimado de la confiabilidad de una determinada marca y modelo de discos.
Otra de las cuestiones que debemos analizar es el valor que arroja la tasa de fallo anualizada. A diferencia del valor que arroja el tiempo medio entre fallos, la tasa de fallo anualizada es el porcentaje promedio de fallos por año según el número total de unidades similares que han sido instaladas o vendidas por determinado fabricante. Es decir, estima qué porcentaje de determinados discos duros fallarán por defectos de fábrica en un año.
Si bien ambos valores ofrecen información significativa e importante, no son los más adecuados si nuestro interés es calcular la vida útil de nuestro disco duro.
Tiempo de Uso: ¿Un Factor Importante para Determinar La Expectativa de Vida de Un Disco?
Parece algo de sentido común que el tiempo de uso que le damos a un disco duro determinará su expectativa de vida. ¿Acaso no es cierto que cuanto más usamos algo más rápido se gasta? Sí. Pero no.
En el caso de los discos duros, para calcular la expectativa de vida no sólo debemos considerar la intensidad con que lo usamos y, además, que estemos utilizando el disco correcto.
Un disco duro que ha sido diseñado para ser utilizado en servidores está preparado para un uso realmente intenso. Por lo tanto, si lo usamos para nuestro ordenador personal, nos dará seguramente un rendimiento superior en relación a un disco común.
Por el contrario, si utilizamos un disco pensado y diseñado para un ordenador doméstico en un servidor, su rendimiento será deficiente y probablemente su expectativa de vida será mucho menor.
Como conclusión, podemos decir que si utilizamos el disco incorrecto, la tasa de fallo que obtendremos será mayor y, por lo tanto, la vida útil de dicho disco duro será significativamente menor.
Entonces, ¿cómo determinamos de manera más o menos acertada la vida útil de un disco duro?
A partir de lo expuesto podemos llegar a ciertas conclusiones:
En primer lugar, parece importante no dejarnos llevar solamente por las anécdotas de amigos, familiares o por sus experiencias como usuarios. A menos que conozcamos realmente qué uso le dan al disco, su opinión puede no ser del todo fiable.
Además, es importante que sepamos cómo de cuidadosos son al utilizar su ordenador. Los discos duros, como ya sabemos, son extremadamente sensibles. Por lo tanto, si apagamos el ordenador apretando directamente el botón de encendido/apagado, si lo exponemos a temperaturas muy altas o muy bajas, si volcamos líquido sobre la CPU o sobre nuestro ordenador, estamos exponiendo a nuestro dispositivo y al disco duro a fallos graves que inevitablemente afectarán su vida útil.
En segundo lugar, también parece acertado, a la hora de adquirir un disco duro, tener en cuenta qué uso le daremos, para qué lo queremos, qué capacidad de almacenamiento esperamos que tenga y cuál es el que más nos conviene de acuerdo a nuestro presupuesto.
Siempre es conveniente leer reseñas de revistas y páginas web especializadas y adquirir estos productos de casas especializadas donde su personal de ventas es idóneo para ayudarnos a elegir el mejor disco duro para nosotros.
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