Por la cifra de 1670 millones de euros, la compañía Lenovo se hizo con el negocio de servidores de baja gama de IBM. Lo idea es armar una operación que pueda competir con Hewlett-Packard en el negocio de los ordenadores personales. Esto marca una tendencia de las empresas chinas de tecnología que buscan globalizarse en sus operaciones.

A pesar de que negocio de los servidores pequeños ha mostrado un retroceso en los últimos años, Lenovo puede aportar una enorme red de comercialización para lograr una importante rentabilidad de esta operación. Por su parte, IBM se centrará en la venta de servicios de software para empresas, y el servicio para utilización de la nube, un negocio que ofrece mayores márgenes. De esta forma IBM se deshace de un negocio que había caído en un 26% el último año, para dedicarse a otros que prometen mayores tasas de crecimiento.

La cifra que había pedido IBM el año pasado era de 6000 millones de dólares (unos 4.400 millones de euros) por el mismo negocio de servidores de baja gama. Sin embargo, las enormes pérdidas que tuvo que enfrentar el gigante azul hicieron que la cifra final fuera mucho más accesible. La operación terminó cerrándose a favor de Lenovo, que pagará unos 1.500 millones de euros en efectivo y el resto en acciones.  7500 empleados de IBM se ven afectados por este cambio de gerencia, aunque la empresa garantizó la continuidad del servicio hasta una fecha que no ha sido precisada. La venta incluye los modelos de servidores x86 System x, Bladecenter, Flex System, NeXtScale, iDataPlex y servidores blade y switches Flex System.

La denominación de x86 tiene que ver con la arquitectura de los microprocesadores, que IBM viene fabricando desde el año 1983, y que ya va por la octava generación.