El movimiento de datos a instalaciones en la nube, con las herramientas informáticas actuales, es una decisión de almacenamiento cada vez más tentadora para muchas pequeñas empresas. Almacenar en la nube puede ofrecer una amplia gama de beneficios: el ahorro de costes o la velocidad de intercambio de información, y es particularmente ventajoso para las empresas que no tienen un gran departamento dedicado al almacenamiento y poseen poco presupuesto para esta área.

Pasar a la nube puede permitir a estas organizaciones acceder a herramientas que de otro modo serían imposibles para su alcance financiero, también les permite aprovechar el apoyo de expertos, y actuar a la misma velocidad que el crecimiento de la empresa. Sin embargo, hay mucho más en los avances tecnológicos que simplemente firmar con un proveedor; no es solo sentarse y esperar a que el dinero llueva.

Hay una amplia gama de preguntas que las pequeñas empresas necesitan hacerse antes de trasladar su información a la nube, para tener confianza de que sus datos están seguros y son accesibles en todo momento. Con esto en mente, aquí están cinco de las consideraciones más importantes que se deben tener en cuenta antes de firmar cualquier acuerdo de servicio.

1. ¿Quién es responsable de su almacenamiento de datos?

Uno de los primeros pasos es determinar quién es el responsable de los datos almacenados. Normalmente, a pesar de que los centros de datos son propiedad de un proveedor, la última palabra la tiene el cliente. Así que si hay un incidente de filtración o pérdida de datos, por lo general, la culpa la cargará su negocio, y no el proveedor.

También es vital saber donde los datos se almacenan físicamente, ya que esto puede tener consecuencias legales. Por ejemplo, si los datos se almacenan en los servidores de Estados Unidos, caen bajo la jurisdicción de ese país y estarán sujetos a diferentes normas de privacidad que si estuviera en la Unión Europea.

2. ¿Cuál es la fiabilidad esperada?

La fiabilidad también debe ser una de las principales preocupaciones, mientras más importantes sus datos, más fiable debe ser el proveedor. Cualquier cantidad de tiempo de inactividad (derivada de cualquier clase de problema) dará lugar a que la empresa pierda dinero, así que es importante que sepa cual es la calidad esperable, y qué contingencias puedan ocurrir.

Asegúrese de que las promesas hechas por el proveedor del centro de datos, se traducirán en términos reales. Un tiempo de funcionamiento garantizado del 99,9% puede sonar bien en papel, pero en el transcurso de un año, esto le puede dejar sin servicio durante casi nueve horas, independientemente de que el proveedor incumpla sus obligaciones. Por otra parte, una garantía de 99,999% equivaldrá a sólo cinco minutos de tiempo de inactividad al año.

3. ¿Cuánto apoyo ofrecen?

Las pequeñas empresas, en particular, podrían llegar a ser más dependientes del asesoramiento de expertos y apoyo ofrecido por los proveedores del servicio de  almacenamiento en la nube de lo que sería una empresa  más grande. Mientras que una gran empresa puede ser capaz de configurar una solución pública o privada y gestionar por su cuenta, esto podría resultar muy complejo y requerir mucho tiempo para los competidores menos importantes.

Por lo tanto, se necesita determinar qué tipo de ayuda puede esperarse por parte de quien ofrece el servicio en la nube, tales como el mantenimiento y las actualizaciones automáticas. Hacer la elección correcta aquí podría ser la diferencia entre una implementación exitosa y otra en la que la empresa no es capaz de sacar el máximo provecho de las herramientas que se ofrecen.

4. ¿Cuál es el nivel de seguridad?

Entender que las protecciones están listas para mantener sus datos seguros también es crucial, sobre todo si la información sensible se está migrando a servicios en la nube, o si las empresas trabajan en industrias reguladas en normas como PCI-DSS o ISO 27001.

Los proveedores de espacios en la nube, deben ser capaces de dar respuestas adecuadas a estas preguntas. Si lo hacen, sus servicios probablemente sean tan seguros como los de las grandes empresas, si no más, ya que ofrecerán los recursos que las pequeñas empresas no pueden pagar por su propia cuenta.

5. ¿Qué hay en la letra pequeña?

Las empresas deben asegurarse de que se toman el tiempo para leer la letra pequeña de cualquier acuerdo de semejante nivel como es contratar un servicio en la nube, ya que es común que se escondan detalles claves en cláusulas que han demostrado ser más que importantes al final. Por ejemplo, a menudo explicar qué nivel de compensación tiene un cliente por periodos de inactividad, así cuáles son los procedimientos para recuperar datos borrados.

También se debe explicar lo que sucederá con los datos de una empresa al final de un contrato. Lo último que una empresa necesita es descubrir mucho después que un proveedor de nube falló en limpiar sus datos totalmente, lo que puede traer nuevos problemas a futuro.

Las pequeñas empresas que obtengan respuestas satisfactorias a estas cinco preguntas estarán bien encaminadas a encontrar un proveedor con el que puedan trabajar en los años venideros, con la certeza de que sus datos están seguros y siempre estarán allí cuando lo necesiten.