Cómo cuidar las necesidades físicas de su disco duro.

Un disco duro contiene gran parte de su información más valiosa. Los datos son mucho más valiosos que el propio hardware, y si falla, recuperar los datos puede ser complejo. Si somos capaces de mantener nuestro vehículo en buenas condiciones, ¿por qué los usuarios no solemos cuidar de nuestras unidades de disco duro? Siga leyendo
 
serman, laboratorio de recuperación de datos en españa

Un disco duro contiene gran parte de su información más valiosa. Los datos son mucho más valiosos que el propio hardware, y si falla, recuperar los datos puede ser complejo. Si somos capaces de mantener nuestro vehículo en buenas condiciones, ¿por qué los usuarios no solemos cuidar de nuestras unidades de disco duro?

Siga leyendo para averiguar qué medidas físicas debe tomar para mantener su hardware en las mejores condiciones, para que se comporte bien durante años.

En primer lugar, nunca debe colocar el sistema en un lugar en que pueda exponerse al polvo y los escombros. La caja de la CPU de los ordenadores de sobremesa puede ser voluminosa para tenerla sobre el escritorio y ocupa mucho espacio. Por ello muchos de los usuarios lo colocan debajo de su escritorio. ¡Mala idea! El suelo es una mala opción para su unidad de disco por dos razones. El polvo se introduce en la unidad a través de los ventiladores (se da por supuesto que un disco duro es una unidad sellada, pero no lo es). Un agujero en la ventilación permite que las presiones se igualen y hace muy fácil que una partícula de polvo penetre dentro de la carcasa protectora del disco. Cuando los discos giran a 10.000 rpm, incluso una mínima partícula de humo puede causar un choque enorme entre la cabeza lectora y los platos.

En el suelo su CPU también pueden recibir golpes. A los discos duros no les gustan los impactos, incluso menos que el polvo, lo que nos lleva al segundo punto.

Asegúrese de que su unidad no reciba golpes, especialmente mientras está girando. Cuando el disco está parado, las cabezas están aparcadas de forma segura y son menos propensas al impacto. Mientras trabaja, cualquier impacto, puede hacer que las cabezas toquen los platos giratorios. Esto no sólo es capaz de destruir las cabezas, sino que puede provocar que se rayen los platos. Literalmente, sus datos se estarán convirtiendo en polvo dentro de la unidad. Será una tarea casi imposible recuperar los datos que hayan sido arrancados de la superficie del plato.

El calor es otro enemigo. Los discos duros sufren con el calor. Generan suficiente temperatura por si mismos, así que debemos intentar no agregarles más trabajo. Están diseñados para disipar el calor que generan, pero no funcionan eficientemente cuando están obstruidos con polvo. Es buena idea mantenerlos limpios pasándoles un cepillo suave sobre ellos de vez en cuando. Del mismo modo, se recomienda mantener su CPU lejos de radiadores o ventanas con luz solar directa. Imagínese el calor insoportable que debe entrar en una caja de metal cerrada. Respecto a la temperatura de los discos, una curiosidad que puede sonar a chiste: Si el disco está caliente, por el amor de dios, ¡no tenga la tentación de ponerlo en el congelador! (esto ha pasado infinidad de veces). Condensará el chasis, además las unidades de disco se dañan en condiciones de humedad, incluso más de lo que las daña el calor. Con todo el sistema de circuitos, cualquier mínimo de humedad que se forme dentro va a causar estragos en el sistema electrónico.

Muchos usuarios no piensan en el entorno en el que operan. Todo el mundo es muy consciente de las medidas lógicas necesarias, tales como software antivirus y utilidades de SMART. Sin embargo, los requisitos físicos de su equipo son igual de importantes y nunca deben ser descuidados.

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